Veinte años después: XVIII. El señor de Beaufort

Veinte años después: Capítulo XVIII. El señor de Beaufort de Alejandro Dumas Vamos a decir lo que había ocurrido, y cuál era la causa que exigía la vuelta de Artagnan a París. Una noche en que Mazarino iba, según acostumbraba, al cuarto de la reina, después de recogerse todos, pasó por delante de la sala de guardias, la cual tenía una puerta que daba a sus antecámaras: oyó voces en ella, y deseando saber de qué hablaban los soldados, se acercó a paso de lobo; empujó la puerta, y asomó la cabeza. Los guardias tenían una discusión grave. ––Yo aseguro ––decía uno–– que, si Coysel lo ha profetizado, es tan verdad como si ya hubiese sucedido. No le conozco; pero he oído decir que no sólo es astrólogo, sino mágico. ––Pues mira ––dijo otro–– si es amigo tuyo, cuidado con lo que dices, porque le estás haciendo un flaco servicio. ––¿Por qué? ––Porque sería muy fácil que le procesaran. ––¡Bah! Ya no queman a los...

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