Veinte años después: XV Dos ángeles

Veinte años después: Capítulo XV. Dos ángeles de Alejandro Dumas A pesar de que el viaje era largo, Artagnan lo emprendió sin cuidado, porque no ignoraba que los caballos habían tomado fuerzas en los bien provistos pesebres de las caballerizas del señor de Bracieux. Ya hemos dicho que para aminorar el fastidio del camino, el amo y el criado marchaban juntos amistosamente. Artagnan se había despojado poco a poco de su carácter, y Planchet había perdido completamente sus hábitos de lacayo. El camastrón que Planchet había echado muchas veces de menos, desde que era paisano, las abundantes comidas que solía disfrutar gratis, cuando permanecía en el servicio, así como el roce con los caballeros, y persuadido de que tenía algún mérito personal, se sentía en cierto modo humillado, desde que no alternaba sino con gente de modesta condición. Con estas disposiciones no tardó en ascender a la categoría de confidente de aquel a quien todavía daba el nombre de amo....

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información