Veinte años después: XLVIII. El pobre de San Eustaquio

Veinte años después: Capítulo XLVIII. El pobre de San Eustaquio de Alejandro Dumas Con intención había retrasado Artagnan su ida al Palacio Real; en aquel intermedio había tenido tiempo Comminges para anticiparse y con tar al cardenal los eminentes servicios que él y su amigo habían prestado aquella mañana al partido de la reina. Ambos fueron admirablemente recibidos por Mazarino, que los colmó de elogios y les participó que se hallaban a más de la mitad del camino para alcanzar cada cual lo que deseaba, Artagnan su empleo de capitán y Porthos su baronía. Más hubiera querido el gascón algún dinero que aquellas palabras; porque no ignoraba cuán fácilmente prometía Mazarino y con cuánta dificultad cumplía; pero no manifestó su descontento a Porthos por no desanimarle. Estando los dos amigos en el cuarto del cardenal, envió la reina a llamar a éste. Creyó Mazarino que el celo de sus defensores se aumentaría el doble si S. M. les daba las gracias en persona:...

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