Veinte años después: XLII. Donde se ve que los desdichados confunden a veces la casualidad con la Providencia

Veinte años después: Capítulo XLII. Donde se ve que los desdichados confunden a veces la casualidad con la Providencia de Alejandro Dumas ––¿Qué resultado habéis obtenido, señora? ––dijo Winter después de que la reina se quedó sola con él. ––El que había previsto, milord. ––¿Se ha negado Mazarino? ––¿No os lo manifesté de antemano? ––¡Se niega el cardenal a recibir al rey! ¡Niega Francia hospitalidad a un monarca desgraciado! Es la primera vez, señora. ––No he mencionado a Francia, milord, he nombrado al cardenal, y el cardenal ni siquiera es francés. ––Pero, ¿y la reina?, ¿la habéis visto? ––Sería inútil ––respondió Enriqueta moviendo tristemente la cabeza––; no será la reina la que diga sí, cuando el cardenal ha dicho no. ¿Ignoráis que ese italiano lo dirige todo en el interior como en el exterior? Hay más: no me extrañaría que Cromwell se hubiese anticipado a nosotros, como antes os indiqué: estaba...

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