Veinte años después: XIII. En que Artagnan, hablando con Porthos, comprende que la felicidad no consiste precisamente en ser rico

Veinte años después: Capítulo XIII. En que Artagnan, hablando con Porthos, comprende que la felicidad no consiste precisamente en ser rico de Alejandro Dumas Artagnan pasó la verja y se encontró delante del castillo: estaba echando pie a tierra cuando de pronto apareció en la puerta una especie de gigante. Justo es decir que prescindiendo de todo impulso de egoísmo, el mosquetero sintió latir su corazón de gozo al ver aquella elevada estatura y aquel rostro marcial, que le recordaban un hombre valiente y honrado. Corrió hacia Porthos y arrójose en sus brazos: toda la servidumbre, formada en círculo a una distancia respetuosa, contemplaba aquel cuadro con humilde curiosidad. Mosquetón, que estaba en primera fila, se enjugó los ojos. El buen hombre no había dejado de llorar de alegría desde que reconoció a Artagnan y a Planchet. Porthos se cogió al brazo de su amigo. ––¡Cuánto me alegro de volveros a ver, amigo Artagnan! ––exclamó con voz que desde la...

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