Veinte años después: X. El padre Herblay

Veinte años después: Capítulo X. El padre Herblay de Alejandro Dumas A la salida del pueblo torció Planchet a la izquierda, como Aramis habíale dicho, y se detuvo al pie de la ventana iluminada. Aramis se apeó y dio tres palmadas. En el mismo momento se abrió la ventana y cayó una escala de cuerda. ––Amigo ––dijo Aramis––, si queréis subir tendré el mayor gusto en recibiros. ––¿Así entráis en vuestra casa? ––preguntó Artagnan. ––Después de las nueve de la noche no hay otro remedio ¡vive Dios! La consigna del convento es muy severa. ––Dispensad, creo que habéis dicho: ¡vive Dios! ––¿Sí? ––contestó Aramis, riéndose––. Puede ser. No podéis suponeros las malas costumbres que se adquieren en estos malditos conventos y lo mal criados que son los clerizontes, entre los que me veo precisado a vivir. Pero ¿no subís? ––Id delante. ––«Para enseñaros el camino», como decía el difunto cardenal al rey difunto. Aramis...

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