Veinte años después: VII. Un personaje muy conocido nuestro saca a Artagnan de un aprieto

Veinte años después: Capítulo VII. Un personaje muy conocido nuestro sacda a Artagnan de un aprieto de Alejandro Dumas Volvía Artagnan hacia su casa muy satisfecho con el dinero que le había dado el cardenal Mazarino, y acordándose de aquel hermoso diamante que fue suyo en otro tiempo y que vio brillar por un momento en el dedo del primer ministro, decía: ––Si otra vez llegara a pescar ese diamante, al momento lo convertiría en dinero, compraría algunas tierras en las inmediaciones del castillo de mi padre, que es una excelente morada, pero que no tiene otras dependencias que un jardín, tan grande apenas como el cementerio de los Inocentes, y allí esperaría tranquilamente a que alguna rica heredera, prendida de mi buena presencia, quisiese casarse conmigo. Después tendría tres guapos chicos, y haría del primero un gran señor como Athos; del segundo un buen soldado como Porthos, y del tercero un gallardo clérigo como Aramis. ¡A fe que esto sería mejor que...

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