Veinte años después: L. El motín

Veinte años después: Capítulo L. El motín de Alejandro Dumas Serían las once de la noche. Antes de dar Gondi cien pasos por las calle de París advirtió el raro cambio que en ellas se estaba verificando. Parecía que toda la ciudad hallábase poblada de seres fantásticos; veíanse sombras silenciosas que desempedraban las calles, que arrastraban y volcaban carretas, y que abrían fosos capaces de tragarse escuadrones enteros de caballería. Todos aquellos activos personajes que iban, venían y corrían como demonios, consumando alguna misteriosa obra, eran los pobres de la Corte de los milagros, agentes del repartidor de agua bendita del atrio de San Eustaquio, que estaban preparando las barricadas para el siguiente día. Miraba Gondi a aquellos hombres de la oscuridad, a aquellos nocturnos trabajadores con cierto temor, y se preguntaba a sí mismo si después de haber sacado de sus cavernas a tan sucias criaturas, podría volverlas a ellas. Siempre que se le acercaba...

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