Un voluntario realista : 22

Un voluntario realista : 22 de Benito Pérez Galdós Por la parte exterior de la celda corría poco antes algo que merece ser referido. La soledad y apartamiento de la Isla no eran tan grandes que estuviese a salvo de la curiosidad monjil aquella interesante parte del convento, y así como no hay bien que no tenga su sombra de mal, así la independencia que gozaba la de Aransis, tenía por enemigo el afán inquisitorial de una madre que habitaba en el ala opuesta del convento, frente a frente, claustro por medio, de la celda de Sor Teodora. Grandísima era la inclinación de la madre Montserrat a saber lo que hacían o dejaban de hacer las otras monjas, y ya corrompiendo con mimos y regalitos la discreción de las criadas, ya valiéndose de sus propios ojos, había logrado ser un archivo humano lleno de cuantos datos pudiera apetecer el autor que tuviese el capricho de escribir la historia íntima de aquella antigua casa....

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