Torquemada en la hoguera: 6

Torquemada en la hoguera : 6 de Benito Pérez Galdós Y al entrar en su casa: -¡Maldito de mí! No debí dejar escapar aquel acto de cristiandad. Dejó la medicina que traía, y, cambiando de capa, volvió a echarse a la calle. Al poco rato, Rufina, viéndole entrar a cuerpo, le dijo asustada: -Pero, papá, ¡cómo tienes la cabeza!... ¿En dónde has dejado la capa? -Hija de mi alma -contestó el tacaño bajando la voz y poniendo una cara muy compungida-, tú no comprendes lo que es un buen rasgo de caridad, de humanidad... ¿Preguntas por la capa? Ahí te quiero ver... Pues se la he dado a un pobre viejo, casi desnudo y muerto de frío. Yo soy así: no ando con bromas cuando me compadezco del pobre. Podré parecer duro algunas veces; pero como me ablande... Veo que te asustas. ¿Qué vale un triste pedazo de paño? -¿Era la nueva? -No, la vieja... Y ahora, créemelo, me...

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