Teresa la Limeña: 13

Novelas y cuadros de la vida sur-americana Teresa la Limeña - Capítulo XIII de Soledad Acosta de Samper El señor Santa Rosa le dijo un día a su hija: -Mi socio en Europa desea volver a Lima y me suplica que lo vaya a reemplazar en París... Creo que no tendrás inconveniente en acompañarme; será preciso partir por el próximo paquete; prepárate, pues. Aunque todavía no tengo el capital que hubiera deseado, siempre podremos presentarnos sin bochorno en los salones hispanoamericanos de París. Una profunda emoción hizo latir el corazón de Teresa. Lima era para ella entonces muy desagradable, pues a causa de su luto casi todas sus amigas la habían abandonado, y vivía sola, entregada a sus pensamientos, que por cierto no eran muy risueños. Dejar este lugar en que había sufrido tanto era un alivio; por otra parte, cuánta dicha en volver a abrazar a Lucila, sacarla de en medio de esa vida tan monótona, volverle la animación, y a fuerza de cuidados infundirle energía...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información