Teresa la Limeña: 06

Novelas y cuadros de la vida sur-americana Teresa la Limeña - Capítulo VI de Soledad Acosta de Samper Partió, pues, acompañándola solamente algunos criados y una parienta lejana, señora vieja y sin pretensiones. El primer día lo pasó contenta (era un descanso para la pobre niña dejar de ver a León) y además hizo arreglar los muebles de la casa y templar el piano, único recuerdo de su madre que había conservado Santa Rosa. Era tiempo de invierno, y aunque en las costas del Perú jamás llueve, el frío es bastante desagradable, y una espesa niebla cubría el horizonte a mañana y tarde. Así, pues, ninguna de sus conocidas había querido salir de Lima en aquella estación para darse baños de mar, y Chorrillos estaba desierto. El segundo día por la noche, después de que se hubo retirado la señora que la acompañaba, Teresa se sintió profundamente fastidiada al verse sola en aquellos salones abandonados, después de haber estado seis meses rodeada por una alegre...

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