Teresa la Limeña: 03

Novelas y cuadros de la vida sur-americana Teresa la Limeña - Capítulo III de Soledad Acosta de Samper Pasaron, sin embargo, algunos meses, antes de que una y otra cumpliesen la promesa de escribirse; al fin Teresa recibió una carta de Lucila. «...No te mentiré, decía, disculpándome con que no había tenido tiempo para escribirte, lo que no sería cierto; te confesaré que el motivo de mi silencio ha sido otro: temía descubrirte el fondo de mi alma y hacerte conocer mi desengaño... ¡Si supieras, querida mía! Más fácil será referirte mi vida desde que llegué aquí y lo que sucedió, o más bien lo que no sucedió... Sabes que somos pobres, pues mi padre sólo ha conservado de la herencia de sus mayores una pequeña casa en un rincón de las tierras que antes fueron de la familia; pequeña pero cómoda y con cierto aire antiguo, está situada en medio de un jardín y huerta, en donde hay un mundo de flores, único lujo que conserva mi madre, y muchos árboles...

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