Tercer Libro de La Galatea: 28

ORFINIO El fruto que fue sembrado por mi trabajo contino, a dulce sazón llegado, 475 fue con próspero destino en mi poder entregado. Y apenas pude llegar a términos tan sin par, cuando vine a conocer 480 la ocasión de aquel placer ser para mí de pesar. Yo tengo el fruto en la mano, y el tenerle me fatiga, porque en mi mal inhumano, 485 a la más granada espiga la roe un fiero gusano. Aborrezco lo que quiero, y por lo que vivo muero, y yo me fabrico y pinto 490 un revuelto laberinto de do salir nunca espero.   Busco la muerte en mi daño, que ella es vida a mi dolencia; con la verdad más me engaño, 495 y en ausencia y en presencia va creciendo un mal tamaño. No hay esperanza que acierte a remediar mal tan fuerte, ni por estar ni alejarme 500 es imposible apartarme desta triste viva muerte. OROMPO ¿No es error conocido decir...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información