Tercer Libro de La Galatea: 21

Ni espero en fortuna, ni espero en el hado, ni espero en el tiempo, ni espero en el cielo, ni tengo de quién espere consuelo, ni es bien que se espere en mal tan sobrado. ¡Oh vos, que sentís qué cosa es dolores!, 65 venid y tomad consuelo en los míos; que en viendo su ahínco, sus fuerzas, sus bríos, veréis que los vuestros son mucho menores. ¿Dó estáis agora, gallardos pastores? Crisio, Marsilo y Orfenio, ¿qué hacéis? 70 ¿Por qué no venís? ¿Por qué no tenéis por más que los vuestros mis daños mayores? Mas, ¿quién es aquel que asoma y que quiebra por la encrucijada de aqueste sendero? Marsilo es, sin duda, de amor prisionero: 75 Belisa es la causa, a quien siempre celebra. A éste le roe la fiera culebra del crudo desdén el pecho y el alma, y pasa su vida en tormenta sin calma, y aun no es, cual la mía, su suerte tan negra. 80 Él piensa qu’el mal qu’el alma le aqueja es...

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