Tercer Libro de La Galatea: 03

    sino del alma el escondido centro mira, y contempla mil bellezas puras que le acuden y salen al encuentro.     Mortales y caducas hermosuras no satisfacen a la inmortal alma, si de la luz perfecta no anda a escuras.     Tu sin igual virtud lleva la palma y los despojos de mis pensamientos, y a los torpes sentidos tiene en calma.     Y en esta subjeción están contentos, porque miden su dura amarga pena con el valor de tus merescimientos.     Aro en el mar y siembro en el arena cuando la fuerza estraña del deseo a más que a contemplarte me condemna.     Tu alteza entiendo, mi bajeza veo, y, en estremos que son tan diferentes, ni hay medio que esperar ni le poseo.     Ofrécense por esto inconvinientes tantos a mi remedio, cuantas tiene el cielo estrellas y la tierra gentes.     Conozco lo que al alma le conviene, sé lo...

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