Tened piedad de mí, que muero ausente

Tened piedad de mí, que muero ausente de Lope de Vega Soneto 45    Tened piedad de mí, que muero ausente, hermosas ninfas deste blando río; que bien os lo merece el llanto mío, con que suelo aumentar vuestra corriente.    Saca la coronada y blanca frente, Tormes famoso, a ver mi desvarío, así jamás te mengüe el seco estío, y esta montaña tu cristal aumente.    Mas, ¿qué importa que el llanto mío recibas, si no vas a morir al Tajo, adonde mis penas pueda ver la causa de ellas?    Tus ninfas en tus ondas fugitivas y tu cabeza coronada esconde: que basta que me escuchen las estrellas. Sonetos - Parte II de Lope de Vega Versos de amor, conceptos esparcidos - Cuando imagino de mis breves días - Cleopatra a Antonio en oloroso vino - Era la alegre víspera del día - Sirvió Jacob los siete largos años - Al sepulcro de Amor, que contra el filo - Estos los sauces son y ésta la fuente - De hoy...

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