Superchería: 09

Capítulo IX 09 Pág. 09 de 10 Superchería Leopoldo Alas Serrano dio un grito; un grito nervioso, de miedo. Se sintió muy mal, como antaño, antes de sus viajes; peor que nunca: todo lo que presenciaba se le figuró que estaba en su cabeza: estaba delirando, tenía ante los ojos la alucinación... ¡Santa Teresa! Era verdad, la noche del tren... ¡y volvía! Aquello era el ritornello de la locura... ¡La alucinación! ¡Qué horror! Se había dejado caer en una silla, temiendo un desmayo, con las piernas flojas y frías. El alcalde, el primo Antoñito y muchos más caballeros, le rodearon. En la confusión del susto se olvidó por un momento la causa de este por atender al forastero, que estaba pasmado, pálido, tal vez próximo a un síncope; pero los que estaban más lejos, los demás que no habían podido llegar cerca de Serrano, se decían, todos en pie: -Pero ¿es verdad? Pero ¿es verdad? ¿Ha acertado la Porena? Nadie había advertido un movimiento de...

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