Superchería: 04

Capítulo IV 04 Pág. 04 de 10 Superchería Leopoldo Alas La muerte de su abuelo era para aquel inocente el suceso supremo, una tristeza grande, que en su sentir debían conocer todos los seres inteligentes a quien él encontrara por el mundo en la muy asendereada vida que llevaba con sus padres, el doctor Foligno y la somnámbula Caterina Porena. Il babbo era el padre de Catalina. Iba con ellos de pueblo en pueblo, enfermo, prefiriendo el traqueo perpetuo de los viajes a la pena de la soledad y al terror de la ausencia. Era el babbo para todos: para su hija, para su nieto, que le llamaba así también; hasta para el doctor, que, en efecto, le quería como a padre. Y en una de estas idas y venidas había muerto, hacía dos años, lejos de la patria, en Sevilla. Tomasuccio recordaba, después de tanto tiempo, más que la desgracia, el duelo que había dejado tras de sí, la tristeza de sus padres y la falta de ciertas caricias y de ciertos juegos; pero, en cuanto al...

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