Sortilegio

En noches de luna llena, deslícese el cayuco tan serpiente que no levante ruido ni onda ni memorias. Con el soplo del viento atejonado en la laguna, déjese bogar el tronco entre los tules y más allá, hasta ese punto en que la luna cierra los párpados en el agua. Suéltense las redes con un amplio movimiento que no deje escapar ningún reflejo. Al tiempo que se hunden, siete veces recuérdese en silencio el nombre de la amada. Si se cumplen estos avisos, es posible capturar peces de luna. Diminutos y afilados, habrán de enhebrarse luego en una cadena de plata. Puestos al cuello de la mujer deseada, la llevarán a tu lado, bien dispuesta para el amor. Selección de cuentos de Felipe Garrido Conjuro - Una ciudad prodigiosa - Compañía - Caricias - Marita - Ferroviaria - El hombre de la sirena - San Avilán - Lapsus Theologicum - Sin ruido - Fracaso - Tiempo de calor - Trofeo - San Martín de las hormigas - El ramo - Dama de luz - Pero también de tierra - Insomnio...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información