Segundo Libro de La Galatea: 17

DAMÓN Más blando fui que no la blanda cera, cuando imprimí en mi alma la figura de la bella Amarili, esquiva y dura cual duro mármol o silvestre fiera. Amor me puso entonces en la esfera 5 más alta de su bien y su ventura; y agora temo que la sepultura ha de acabar mi presumpción primera. Arrimóse el amor a la esperanza cual vid al olmo y fue subiendo apriesa; 10 mas faltóle el humor, y cesó el vuelo: no el de mis ojos, que por larga usanza, Fortuna sabe bien que jamás cesa de dar tributo al rostro, al pecho, al suelo. Acabó Damón y comenzó Tirsi, al son de los instrumentos de los tres pastores, a cantar este soneto: TIRSI Por medio de los filos de la muerte rompió mi fe, y a tal punto he llegado, que no envidio el más alto y rico estado que encierra humana venturosa suerte. Todo este bien nasció de sólo verte, 5 hermosa Fili, ¡oh Fili!, a quien el hado dotó de un ser...

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