Segundo Libro de La Galatea: 15

ERASTRO Ante la luz de unos serenos ojos que al sol dan luz con que da luz al suelo, mi alma así se enciende, que recelo que presto tendrá muerte sus despojos. Con la luz se conciertan los manojos 5 de aquellos rayos del señor de Delo: tales son los cabellos de quien suelo adorar su beldad puesto de hinojos. ¡Oh clara luz, oh rayos del sol claro, antes el mesmo sol! De vos espero 10 sólo que consintáis que Erastro os quiera. Si en esto el cielo se me muestra avaro, antes que acabe del dolor que muero, haced, ¡oh rayos!, que de un rayo muera. No les pareció mal el soneto a los pastores, ni les descontentó la voz de Erastro; que, puesto que no era de las muy estremadas, no dejaba de ser de las acordadas. Y luego Elicio, movido del ejemplo de Erastro, le hizo que tocase su zampoña, al son de la cual este soneto dijo: La Galatea de Miguel de Cervantes Tasa, Erratas, Aprobación, El Rey, Dedicatoria,...

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