Sancho Saldaña: 46
Capítulo XLVI 46
Pág. 46 de 49
Sancho Saldaña
José de Espronceda
Cruzan las calles gentes a manadas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
derriba, rompe, tiende, parte y mata,
trastorna, arroja, oprime, estrella, asuela,
envuelve, desparece y arrebata.
VICENTE ESPINEL
Entre tanto, el populacho, siempre feroz, y mucho más en aquellos siglos incultos, había venido ya a las manoscon los soldados, y como si fueran enemigos mortales, unos y otros acometíanse con tanta rabia, y dábanse tan tremendos golpes y tan sin lástima, que bien pronto, por matar al traidor, como ellos decían, quedaron gran número de leales tendidos por tierra y anegados en su propia sangre. Venció en un principio el ímpetu popular, que arrolló a los primeros que presumieron oponerse a su furia, atropellando a los hombres de armas que guardaban al reo, y arrojándose como un torrente sobre el cadalso recio turbión de salvajes dando grandes gritos en...
Está viendo el 10% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas