Sancho Saldaña: 10

Capítulo X 10 Pág. 10 de 49 Sancho Saldaña José de Espronceda Abrazan los escudos delant' los corazones, abajan las lanzas avueltas con los pendones, enclinaban las caras sobre los arzones, batien los caballos con los espolones, temblar querie la tierra dond' eran movedores. Poema del Cid ¿Quién es aquesta dama religiosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .¿Quién es la afligida, en igual grado bella y dolorida? HOJEDA, Cristiada Ya habrá supuesto el lector que el billete que entregó al señor de Cuéllar su lindo paje venía de parte de Hernando, que deseaba tomar venganza del que él suponía robador de su hermana. En efecto, el tiempo, que, según el estado de nuestra alma, vuela ligero como un relámpago o se nos figura que no se mueve, le parecía aquella noche al señor de Iscar que había perdido sus alas y cada minuto se le hacía un siglo. Tal era el deseo que le punzaba de venir a las manos...

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