Ruth

A González Martínez I Ruth moabita a espigar va a las eras,aunque no tiene ni un campo mezquino.Piensa que es Dios dueño de las praderasy que ella espiga en un predio divino. El sol caldeo su espalda acuchilla,baña terrible su dorso inclinado;arde de fiebre su leve mejilla,y la fatiga le rinde el costado. Booz se ha sentado en la parva abundosa.El trigal es una onda infinita,desde la sierra hasta donde él reposa. Que la abundancia ha cegado el camino…¡Y en la onda de oro la Ruth moabitaviene, espigando, a encontrar su destino! ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ II Booz miró a Ruth, y a los recolectores.Dijo: “Dejad que recoja confiada”…Y sonrieron los espigadores,viendo del viejo la absorta mirada… Eran sus barbas dos sendas de flores,su ojo dulzura, reposo el semblante;su voz pasaba de alcor en alcores,pero podía dormir a un infante… Ruth lo miró de la planta a la frente,y fue sus ojos saciados bajando,como el que bebe en inmensa...

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