Ribera un dulce río, a mediodía

Ribera un dulce río, a mediodía de Hernando de Acuña  Ribera un dulce río, a mediodía,  con un peine de plata se peinaba  sus cabellos una ninfa que quitaba  con ellos el poder que el sol tenía.    Y así podéis juzgar que sentiría  un pastor que de lejos la miraba,  que sin poder llegar donde ella estaba,  con suspiros y lágrimas decía:    «Si tantas como tú tienes cabellos  tuviera vidas yo, me las llevaras  colgada cada cual de uno de ellos;    y pues que tú a quitármelas bastaras,  verás no es mucho darte una por vellos  de tantas como en tantos me quitaras». Sonetos y poemas de Hernando de Acuña Sonetos: A la soledad - A una dama - Ajeno fue, pues fue sólo un momento - Al Marqués de Pescara - Al Marqués de Vasto - Al Rey nuestro Señor - Amor me dijo en la mi edad primera - Amor y un gran desdén, que le guerrea...

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