Pulgarcito (Perrault)

Érase una vez un leñador y una leñadora que tenían siete hijos, todos varones. El mayor sólo tenía diez años y el menor, alcanzaba los siete. Puede parecer extraño que el leñador tuviera tantos hijos en tan poco espacio de tiempo; pero es que su esposa trabajaba a destajo y los traía a pares. Eran muy pobres y sus siete hijos constituían una carga muy pesada, pues ninguno de ellos podía aún ganarse la vida. Sufrían todavía más porque el más pequeño era muy delicado y no pronunciaba una sola palabra, interpretando como imbecilidad lo que era un rasgo de la bondad de su espíritu. Era muy pequeñito, y cuando llegó al mundo no era más grande que el pulgar, lo que hizo que lo llamaran Pulgarcito. Este pobre niño era el sufrelotodo de la casa, y siempre le echaban la culpa de todo. Sin embargo, era el más listo y el más perspicaz de todos sus hermanos y, si hablaba poco, en cambio escuchaba mucho. * * Vino un año de "vacas flacas", y la hambruna fue tan grande,...

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