Primer Libro de La Galatea: 06
ELICIO
Blanda, suave, reposadamente,
ingrato Amor, me subjetaste el día
que los cabellos de oro y bella frente
miré del sol que al sol escurecía;
tu tósigo cruel, cual de serpiente, 5
en las rubias madejas se escondía;
yo, por mirar el sol en los manojos,
todo vine a beberle por los ojos.
ERASTRO
Atónito quedé y embelesado,
como estatua sin voz de piedra dura, 10
cuando de Galatea el estremado
donaire vi, la gracia y hermosura.
Amor me estaba en el siniestro lado,
con las saetas de oro, ¡ay muerte dura!,
haciéndome una puerta por do entrase 15
Galatea y el alma me robase.
ELICIO
¿Con qué milagro, amor, abres el pecho
del miserable amante que te sigue,
y de la llaga interna que le has hecho
crecida gloria muestra que consigue? 20
¿Cómo el daño que haces es provecho?
¿Cómo en tu muerte alegre vida vive?
L’alma que prueba estos efectos todos
la causa sabe,...
Está viendo el 5% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas