Por qué propago la huelga de vientres

A propósito de mi artículo anterior, publicado en A Vida, de Oporto, y para quien van destinados los que a continuación le siguen, como refutación a las gratuitas difamaciones que los adversarios del neo-malthusianismo de España me dirigen, un sin fin de protestas y lamentaciones ha llovido sobre mi mesa de trabajo manifestando las primeras su opinión contra los que, teniendo la misión de ilustrar al sencillo proletario sobre cuestiones tan serias y de tanta trascendencia como las concernientes a la procreación, higiene y ejercicio sexual, se encierran en un silencio criminal que sólo dos causas puede justificar: o bien se hallan influidos por atavismos religiosos-patriótico-burgueses, o bien, hallándose libres de estos prejuicios, no quieren prestar su cooperación para que el proletariado se vea libre del yugo de la natura, que le condena a morir de hambre por no morir de amor o viceversa, para así explotar mejor a la masa hambrienta dándole esperanzas de una gran...

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