Pequeño ejercicio

Piensa en la tormenta que ronda por el cielocomo un perro en busca de un lugar donde dormirescucha cómo gruñe. Piensa cómo ha de verse el cordaje del mangletendido allí afuera e insensible al relámpagoen oscuras familias de fibras ásperas, allí donde a veces una garza se despeina,sacude sus plumas, hace un incierto comentariocuando a su alrededor el agua brilla. Piensa en el bulevar y las pequeñas palmerasclavadas en fila, que se revelan de improvisocomo puñados de flexibles peces —esqueletos. Está lloviendo allí. El bulevary sus rotas aceras con hierbas en cada ranurasienten el alivio de estar mojados, y el mar de refrescarse. Ahora la tormenta vuelve a alejarse en una seriede minúsculas, mal iluminadas escenas de batallas,cada cual en “Otra parte del campo”. Piensa en alguien que duerme en el fondo de un bote,amarrado a las raíces del mangle o al pilote de un puente;piénsalo indemne y apenas perturbado. Selección de poesía moderna de Elizabeth...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información