Paradas cosmopolitas

Tipos y paisajes criollos - Serie IV Paradas cosmopolitas de Godofredo Daireaux Paradas cosmopolitas -«Mire, don Anacleto; ¿por qué no se retira? Mejor que se vaya para su casa, hombre, a dormir. ¡Mañana será otro día!» decía, con tono persuasivo, don Juan Antonio a un gaucho algo entrado en años y bastante mamado, que empezaba a meter bulla. Pero, en este mismo momento, entró en la casa el hijo mayor de don Anacleto, hombre ya, y conocido por guapo, que venía en busca del padre; y el gaucho viejo, sintiéndose con resguardo seguro, se afirmó en el mostrador y echó a compadrear más fuerte que antes. Pidió otra copa, a pesar de la discreta exhortación del hijo, que le aseguraba que su mamá los esperaba para comer; y empezó a explicar, sin que nadie lo hubiera provocado, y a repetir con insistencia tenaz y cargosa: «Que él no tenía miedo a nadie, y que quien lo buscaba lo encontraba, y que a nadie le sabía mezquinar el cuerpo; que bien sabía que hay...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información