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Corregido 228 CVIII PASADO Y PORVENIR A la yerba que cubre tu morada de queda y donde tu alma en su capullo de polvo espera, arráncale un murmullo la lluvia que del cielo derramada la hiere. La canción es encantada del último misterio, es el arrullo de nuestro último amor, el dulce abrullo [1] de nuestra madre Tierra, ya cansada ↑ Ver explicación en Epílogo y notas.

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