Página:R.E.-Tomo VIII-Nro.29-Id.02.djvu/2

Corregido mas de los reinos de la muerte oscura, rota mostrando al mundo su cadena, íntegra y salva su doctrina pura! ¡Él es... el docto, el inspirado, el tierno, seráfico augustino... el poeta divino que, en coloquios de amor con el Eterno, cantó la ansiada libertad del alma y de caducos bienes el olvido, cual ruiseñor que en la solemne calma de la Noche serena, de amor enloquecido, entona apasionada cantilena, única voz del mundo adormecido! Jubilosa Natura ya reconoce á su cantor amado... á aquel que blandamente recostado cabe la linfa de fontana pura, las horas descuidado pasaba, ni envidioso ni envidiado. Y ufano el sol, estática la luna, las flores de placer ruborizadas, trémulo el bosque, y llenas de alegría las aves en sus copas anidadas, saludan á porfía la noble Efigie del ilustre vate cuando en el alto pedestal parece en que un siglo entusiasta le coloca, del tiempo á resistir el fiero embate, como á la mar la perdurable...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información