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Corregido ¡Mísera flor! ¡Cuán breve fué su historia! ¡Y cuan pronto olvidada! Ni la luna, ni el sol, ni el viento guardan su memoria... —Y, á la verdad, razón no encuentro alguna para que impriman tan común historia... Si ayer murió una flor, ó más de una, hoy los prados de flores están llenos... ¿Qué importa una flor más ó una flor ménos? Que fué muy bella... porque Dios la hizo... Gloria es esa de Dios, pero no de ella.— Que amó, y un lirio le robó su hechizo... Esto es frecuente en la que nace bella.— Que el sol, celoso, entonces, la deshizo... ¡Muera así toda impúdica doncella!— Que el lirio está por otra moribundo... Y que haya un lirio más, ¿qué importa al mundo? Pedro Antonio de Alarcon.

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