No transige la conciencia: 6

Al día siguiente fue espantosa la agitación de la enferma. A la noche se vieron los médicos precisados a suministrarle un fuerte narcótico, que la hizo caer en un profundo sueño. El general se ocupó en arreglar los papeles que yacían dispersos en un lindísimo escritorio antiguo de ébano, ornado de riquísimo trabajo de talla y pinturas de Rubens en sus varios compartimientos, en el que guardaba Ismena sus papeles. El escritorio había sido abierto por orden de su dueña aquella tarde, para sacar de él papel y pluma que necesitaba. Ismena había aprendido de su padre el inglés, que poseía como su propia lengua. El general fijó con dolor su atención sobre una traducción empezada por su mujer, considerando que ya no la concluiría! Era la traducción del Hamlet de Shakespeare. El general se puso a leer lo último que su mujer había escrito. Era el monólogo del rey Claudio, en el tercer acto; la letra era temblorosa, como si la hubiera trazado una mano trémula. La...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información