Nazarín : 14

NazarínTercera Parte Capítulo III de Benito Pérez Galdós Tercera Parte III —Iré —dijo el árabe manchego después de oír por tercera vez la súplica de Ándara—, iré, pero solamente por dar a esas pobres mujeres un consuelo de palabras piadosas... Mis facultades no alcanzan a más. La compasión, hija mía, el amor de Cristo y del prójimo no son medicina para el cuerpo. Vamos, sí; enséñame el camino; pero no a curar a la niña, que eso la ciencia puede hacerlo, y si el caso es desesperado, Dios Omnipotente. —¿A mí me viene usted con esas incumbencias? —replicó la moza con el desgarro que usar solía en su prisión de la calle de las Amazonas—. No se haga su reverencia el chiquito conmigo; que a mí me consta que es santo. Vaya, vaya. ¡A mí con esas!... ¿Y qué trabajo le ha de costar hacer un milagro, si quiere? —No blasfemes, ignorante, mala cristiana. ¡Milagros yo! —Pues si usted no los hace, ¿quién? —¡Yo..., insensata; yo milagros, el...

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