Nazarín : 12

NazarínTercera Parte Capítulo I de Benito Pérez Galdós Tercera Parte I Avivó el paso, ya fuera de la Puerta, ansioso de alejarse lo más pronto posible de la populosa villa y de llegar adonde no viera su apretado caserío, ni oyese el tumulto de su inquieto vecindario, que ya en aquella temprana hora empezaba a bullir, como enjambre de abejas saliendo de la colmena. Hermosa era la mañana. La imaginación del fugitivo centuplicaba los encantos de cielo y tierra, y en ellos veía, como en un espejo, la imagen de su dicha, por la libertad que al fin gozaba, sin más dueño que su Dios. No sin trabajo había hecho efectiva aquella rebelión, pues rebelión era, y en ningún caso hubiérala realizado, él tan sumiso y obediente, si no sintiera que en su conciencia la voz de su Maestro y Señor con imperioso acento se lo ordenaba. De esto no podía tener duda. Pero su rebelión, admitiendo que tan feo nombre en realidad mereciese, era puramente formal; consistía tan sólo en...

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