Narváez : 14

Narváez Capítulo XIV de Benito Pérez Galdós -Mi General -le respondí-, estoy siempre a sus órdenes. No podía usted hacerme honor más grande que tratarme con esta confianza... -Pues, verá... -Tome usted su chocolate, mi General -le dije creyendo corresponder a su franqueza-. Por mí no se prive...». Me interrumpió con un gesto impaciente que traduje de este modo: «No se ocupe usted de lo que no le importa. Yo tomaré o no tomaré el chocolate conforme a mi santa voluntad; usted oiga y calle». Así lo hice. No sin grande estupor oí estas palabras, que reproduzco suprimiendo el ligero ceceo andaluz con que el Dictador las pronunciaba: «Pues quería decir a usted lo siguiente: en su casa, en la casa de los señores De Emparán se conspira de un modo descarado contra mí... No, no me lo niegue. Con usted no va nada. Tengo de usted la mejor idea: ya sé que es sensato, muy sensato, y que entre las ideas del Marqués de Beramendi y las de su suegro... hay un abismo......

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