Napoleón en Chamartín : 27

Napoleón en Chamartín : 27 de Benito Pérez Galdós Cuando Inés alzó la cabeza y me vio delante, tras un estremecimiento que indicaba el mayor espanto, quedose atónita, sin habla, condisposición a perder el sentido. La emoción me impedía al mismo tiempo el pronunciar algunas palabras para tranquilizarla. Mi presencia le causaba terror; iba a gritar sin duda. -Inés, Inesilla -dije al fin-, no te asustes, soy yo, soy yo mismo. ¿Creías tú que me había muerto? No, mírame bien, estoy vivo. No me tengas miedo. Diciendo esto la abrazaba, estrechándola contra mi pecho. -¿Creías tú no volver a verme más? -proseguí-. Te dijeron que me había muerto. Infames, ¡cómo te engañan! Aquí estoy; no me preguntes cómo he venido. No lo sé. Creo que Dios me ha traído por la mano para que nos veamos. Inés tardaba mucho en volver de aquel estupor que por...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información