Miguel Strogoff: Segunda Parte: Capítulo VIII

Una liebre atraviesa el camino Miguel Strogoff podía, al fin, creer que la ruta hacia Irkutsk estaba libre. Se había adelantado a los tártaros, retenidos en Tomsk, y cuando los soldados del Emir llegaran a Krasnoiarsk, sólo encontrarían una ciudad totalmente abandonada y sin ningun medio de comúnicación inmediato entre las dos orillas del Yenisei, lo que retardaría unos días más su partida, hasta que montasen un puente de barcas, lo cual era difícil, lento y laborioso. Por primera vez desde su funesto encuentro con Ivan Ogareff en Ichim, el correo del Zar se sentía menos inquieto y podía esperar que ya no surgirían nuevos obstaculos hasta el final del viaje. La kibtika, después de circular oblicuamente hacia el sur durante una quincena de verstas, encontró y volvió a tomar el largo camino abierto en la estepa. La ruta era buena y esta parte entre Krasnoiarsk e Irkutsk, se considera como la mejor de todo su recorrido. En ella hay menos baches y los viajeros disfrutan...

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