Memorial a los tres reinos

Hablo a los tres reinosAl tigre sobre todoMás susceptible de escucharmeA la escoria de hierro a la carbonillaAl viento que no se sitúa en ninguno de los tres reinosPara la tierra habría que emplear un lenguaje de cienoPara el agua un lenguaje de ventosaPara el fuego apretar la poesía en un torno y romper el cráneo atroz de las iglesias Hablo a los sordos de orejas tumefactasA los mudos más imbéciles que su silencio imponenteHuyo de los ciegos pues no podrán comprendermeTodo el drama ocurre en el ojo y lejos del cerebro Hablo de un cierto encanto incomprensibleDe una costumbre desconocida e irreductibleDe ciertas lágrimas, secasQue pululan sobre el semblante del hombreDel silencio resultante del gran grito del nacimientoDe este instinto de muerte que nos sublevaA nosotros los mejores de entre los hombresY cada mañana se hace tangible en la forma de medusa sangrante a la altura del corazón Hablo a mis amigos lejanos cuya imagen turbiaTras de un telón de estrépito de...

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