Los tres mosqueteros: Capítulo XLIV

Los tres mosqueterosDe la utilidad de los tubos de estufa de Alejandro Dumas (padre) Era evidente que, sin sospecharlo, y movidos solamente por su carácter caballeresco y aventurero, nuestros tres amigos acababan de prestar algún servicio a alguien a quien el cardenal honraba con su proteción particular. Pero ¿quién era ese alguien? Es la pregunta que se hicieron primero los tres mosqueteros; luego, viendo que ninguna de las respuesta que podía hacer su inteligencia era satisfactoria, Porthos llamó al hotelero y pidió los dados. Porthos y Aramis se sentaron ante una mesa y se pusieron a jugar, Athos se paseó reflexionando. Al reflexionar y pasearse, Athos pasaba una y otra vez por delante del tubo de la estufa roto por la mitad y cuya otra extremidad daba a la habitación superior, y cada vez que pasaba y volvía a pasar, de un murmullo de palabras que terminó por centrar su atención. Athos se acercó y distinguió algunas palabras que sin duda le parecieron merecer...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información