Los requisitos: pasión, responsabilidad, criterio

Se puede decir que existen tres cualidades decisivas para el político: pasión, sentido de responsabilidad y buen criterio. Pasión en un sentido realista; es decir: dedicación apasionada a una “causa” concreta, al dios o al demonio que la gobierna. No una pasión en el sentido de esa actitud íntima que mi finado amigo Georg Simmel solía definir como “excitación estéril” y que es común en un determinado tipo de intelectual – sobre todo del ruso (¡aunque no de todos!) – y que ahora juega un papel tan importante también entre nuestros intelectuales en este carnaval que se adorna con el altisonante nombre de “revolución”. Este tipo de pasión es un “romanticismo de lo intelectualmente interesante” que se pierde en el vacío, carente de todo sentido de responsabilidad concreto. Porque, por supuesto, con la mera pasión, por más auténticamente sentida que sea, no alcanza. No convierte a alguien en político a menos que convierta en estrella orientadora de...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información