Los Miserables: III.8.4

Los MiserablesTercera parte: "Marius"Libro octavo: "El mal pobre"Capítulo IV: La fiera en su madriguera de Víctor Hugo Marius era pobre, y su cuarto era pobre; pero su pobreza era noble y su buhardilla era limpia. El tugurio en que su mirada se hundía en aquel momento era abyecto, sucio, fétido, infecto, tenebroso y sórdido. Por todo amoblado una silla de paja, una mesa coja, algunos viejos tiestos, y en dos rincones dos camastros indescriptibles. Por toda claridad, una ventanilla con cuatro vidrios, adornada de telarañas. Por aquel agujero entraba la luz suficiente para que una cara de hombre pareciera la faz de un fantasma. Cerca de la mesa, sobre la cual Marius divisaba pluma, tinta y papel, estaba sentado un hombre de unos sesenta años, pequeño, flaco, pálido, huraño, de aire astuto, cruel e inquieto: un bribón repelente. Escribía, probablemente, alguna carta como las que Marius había leído. Una mujer gorda, que lo mismo podría tener cuarenta años que ciento,...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información