Los duendes de la camarilla : 6
Los duendes de la camarilla Capítulo VI
de Benito Pérez Galdós
-¡Pero usted se burla, Domiciana! -le dijo al fin Lucila cuando el estupor dio paso a la expresión clara del pensamiento-. ¿En serio me aconseja que le cuente esto a la Madre y le pida su protección?
-Seriamente te lo digo... y tan cierto tendrás su divina protección como este es día. Yo la conozco bien. Por grande que sea la culpa de Tomín, si le pides a la Madre el indulto, lo tendrás... Tus planes de escapatoria son desatinados. Si no vas por el camino que te marco, tú y tu capitán estáis perdidos... Fuera de este camino, no veas más que la muerte... ¡y qué muerte, pobrecilla!
-¡Ay, Domiciana: de una amiga como usted, que me quiere de veras, no esperaba yo ese consejo! -exclamó Cigüela triste, dolorida.
-¿Dudas que la Madre pueda sacarte de ese Purgatorio? El poder de la Madre es tal, que con escribir su voluntad en un papelito y mandarlo a donde guisan, hace y deshace los acontecimientos,...
Está viendo el 6% del contenido de este artículo.
Solicitud de acceso
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
ACCESO COMPLETO
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
SIN PUBLICIDAD
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
ACTUALIZACIÓN
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales:
Enseñanza
Bibliotecas públicas