Los condenados: 40

Los condenados de Benito Pérez Galdós Escena VII JOSÉ LEÓN, GINÉS; SANTAMONA. GINÉS.- (Tomando una resolución atrevida para salir del paso.) Santísima señora Mona, no se enfade... Entró sin mi permiso... Yo le escondí para evitar... Míreme de rodillas. (Se arrodilla e intenta besarle los pies.) Le beso la peana... No quiere más que verla, decirle dos palabricas. JOSÉ LEÓN.- (Con una rodilla en tierra.) Santa de Ansó, yo también me arrodillo ante ti, implorando tu piedad... ¡Verla, verla un instante! SANTAMONA.- ¡Perdidos, basta de arrumacos! Yo no soy santa. (A JOSÉ LEÓN.) Tus intenciones al venir aquí, no son tan moderadas como manifiestas. JOSÉ LEÓN.- ¿Que no? SANTAMONA.- No: tú has venido aquí con la sacrílega demencia de robárnosla... Si lo sé... Por el pueblo se susurra ya. Pero como creo firmemente que el Señor no ha de permitir que le quiten su esclava, ya ves qué tranquila estoy, yo que soy su guardiana. JOSÉ LEÓN.- Bueno....

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