Los condenados: 39

Los condenados de Benito Pérez Galdós Escena VI GINÉS, JOSÉ LEÓN. GINÉS.- (Medroso, examinando toda la escena.) ¡Ay, qué sustos me hace pasar este condenado! (Va hacia el pórtico de la derecha y mira al interior.) Nadie. Ya entran en el coro. Principian las vísperas. JOSÉ LEÓN.- (Entreabriendo la puerta de la caseta.) ¿Puedo salir? GINÉS.- Espera... Cuidado. JOSÉ LEÓN.- Ya no más. ¡Me ahogo! Dos horas me has tenido en esta huronera. (Sale despreocupadamente.) GINÉS.- Y agradece que mi padre ha ido hoy a Jaca; que si no, imposible habría sido esconderte. JOSÉ LEÓN.- Di, ¿hay seguridad por aquí? (Por el portón.) GINÉS.- Nadie puede entrar sin campanillazo. JOSÉ LEÓN.- ¿Las monjitas...? GINÉS.- Ahora van al coro... JOSÉ LEÓN.- (Recorriendo la escena con desahogo.) ¡Qué hermosa soledad! GINÉS.- Precaución, amigo... Hace un rato, por poco te descubre Santamona. JOSÉ LEÓN.- ¡Demonio de santa! Veré si puedo entenderme con...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información