Los condenados: 26

Los condenados de Benito Pérez Galdós Escena X PATERNOY, SALOMÉ; BARBUÉS, por el fondo; ha oído las últimas palabras. BARBUÉS.- (Con violencia y sarcasmo.) Eso es: al buen camino... ja, ja... Y por cierto, que ahora le tienes en uno de los más extraviados. SALOMÉ.- ¿Qué dice este hombre? PATERNOY.- Salomé espera convertirlo con el amor, fortificado por la fe. BARBUÉS.- Pues empieza tu campaña, ahora que en el mismo infierno le tienes de patitas. A ver si le sacas y te luces, ángel de Dios. Puedes echarle un sermoncico desde aquí y mostrarle el santo escapulario, a ver si consigues que lo suelte el diablo gracioso que le tiene entre sus uñas. PATERNOY.- Pero ¿qué dices? (Con autoridad.) Habla claro. BARBUÉS.- Soy muy aragonés, y a claridad no me gana nadie. Allá voy ¡cógilis! y si duele, que duela. (A SALOMÉ.) Pues mientras tú discurres aquí, con éste mi señor apóstol, la manera de pescar con divinas redes a tu hombre, él se deja coger,...

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