Los condenados: 04

Los condenados de Benito Pérez Galdós Escena II FELICIANA; BARBUÉS, por el fondo, con aire arrogante y voz altanera, la chaqueta al hombro, un garrote en la mano. BARBUÉS.- ¡Eh... Jerónimo!... (Llamando.) ¡Jerónimo Gastón! FELICIANA.- No ha venido aún. Ya no tardará. BARBUÉS.- ¡Válgate Dios con la pachorra! (Indignado, dando una patada.) ¡Zapa, contra-zapa! FELICIANA.- (Asustada.) ¡Jesús, qué genio de hombre! BARBUÉS.- Perdone usted, señora doña Feliciana. (Se descubre.) Tengo un genio muy áspero, el peor genio de Ansó, y de todo Aragón. ¡Le parece a usted que...! (Impaciente recorre la escena.) FELICIANA.- Sí; es tremendo. ¡No estar aquí Jerónimo cuando a usted se le ocurre venir! BARBUÉS.- Es que tengo que decirle cosas de re-muchísima gravedad. FELICIANA.- Pues yo no vengo más que a firmar las cuentas de los bienes que Jerónimo me administra, y a pagar la visita a su sobrino y huésped, Santiago Paternoy, ese solterón...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información