Los chicos de la calle: 3

Los chicos de la calle Tipos y paisajes de José María de Pereda - III - Estas criaturas, cuya viveza, cuya osadía, cuyo ingenio precoz harían esperar a cualquiera algo, muy bueno o muy malo, pero algo extraordinario para cuando fueran hombres, tienen, sin embargo, el fin más vulgar, prosaico y triste que imaginarse pueda. A los trece años de edad están todos aprendiendo mal un oficio; a los diez y seis se emancipan de la tutela paterna, es decir, fuman, votan y beben delante de su padre y le niegan el derecho de castigarlos y hasta el de reprenderlos; a los veinte unos pocos van, por la suerte, al servicio de las armas; otros pocos, muy pocos, empiezan a ser industriales aplicados y virtuosos, pero vulgares, y casi todos los restantes se casan. A los veinticinco años tienen éstos seis hijos, poca salud, mucha miseria y bastantes vicios; a los treinta representan cincuenta y cinco, tienen cuatro hijos más, muchísima aversión al trabajo, ninguna paz en casa y la...

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